Deja tu cuerpo moviéndose al ritmo del placer...

Me muero por besarte, por rodearte con mis brazos llenos de deseo hacia ti, por acariciar tu cuerpo entero, por llegar a tu ternura y a tu pasión, por amarte.Tu voz... esa que me susurra un "te amo" y hace callar la mía....esa que anhelo sentir junto a mi.. y está tan lejos.

Lluvia.

Lluvia.
Me gustan los días de lluvia. Me recuerdan a ti.

miércoles, 30 de junio de 2010

Sobra la luz.


Como venganza de la buena suerte o recompensa de la mala vida. De la cabeza me arrancaron cables para meter las cosas que antes no me cabian...
Y se me acercan las paredes y se me aleja la salida. Y poco a poco se hace de repente y me tropiezo con los días.
Sobra la luz que me hace ver todo lo que yo escondía...no sé seguir, no sé volver. Sobra la luz cuando en la piel... nunca se siente el día. Dime que tú, tú si me ves.
Una partida que jugué tan fuerte que ahora es la vida la que esta partida.
Una pared siempre que quiero verde que ahora estoy pa bajo y ahora estoy pa arriba.
Todas las cosas que al mar tiramos, nos la devuelve siempre la marea. Cuando mas tratas de olvidarlo con mas fuerza lo recuerdas...
Fito & Los Fitipaldis.

domingo, 27 de junio de 2010

^o)


Quédate abrazándome después de hacerme tuya, mírame, acaríciame, bésame…
Tómame de la mano cuando todos nos vean, abrázame.
Regálame una sonrisa, una caricia… ¡tu amor!
Dame tus ideas para hacerlas realidad, entrégame tu soledad y sé solo mía.
Dale toques de amor a mis locuras, ríe de mis bromas sarcásticas, disfruta de mis seducciones… déjame verte dormir ;).
Dime que siempre me amarás.
Déjame ser libre estando contigo… mis alas tienen tu nombre.
Respeta mis silencios… no reclames mis viejos errores.
Hazme sentir feliz en este mundo solo nuestro, déjame sin aliento ante cada beso tuyo.
Enamórame más cada día, cuéntame sobre el día que te enamoraste de mí, hazme tu amiga, tu cómplice, tu amante, tu compañera... Sé la seguridad que buscan mis sentimientos, la realidad de mi historia.
Cuando hable de más… cállame con un beso.
No me acuses por mis pecados, mira mis ojos y ve confianza.

domingo, 20 de junio de 2010

Jorge Luis Borgues.



Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído.

sábado, 19 de junio de 2010

¿De qué me sirve la vida...?


Estoy a punto de emprender un viaje con rumbo hacia lo desconocido. No sé si algún día vuelva a verte, no es fácil aceptar haber perdido.
Por más que supliqué "no me abandones" dijiste "no soy yo, es el destino" y entonces entendi que, aunque te amaba, tenía que elegir otro camino.
¿De qué me sirve la vida si no la vivo contigo? ¿De qué me sirve la esperanza si es lo último que muere y sin ti ya la he perdido?..
¿De qué me sirve la vida si eres lo que yo pido?, voy detrás de tu ternura pero no me queda duda que me dejas sin tus besos.
Escucha bien amor lo que te digo, pues creo no habrá otra ocasión para decirte que no me arrepiento de haberte entregado el corazón.
Por más que supliqué "no me abandones" dijiste "no soy yo, es el destino" y entonces entendi que, aunque te amaba, tenía que elegir otro camino.
¿De qué me sirve la vida si no la vivo contigo? ¿De qué me sirve la esperanza si es lo último que muere y sin ti ya la he perdido?..
¿De qué me sirve la vida si eres lo que yo pido?, voy detrás de tu ternura pero no me queda duda que me dejas sin tus besos.

Ese último momento...


Ahora que tengo ocasión, quiero que hablemos los dos. Tú de mi; yo de ti, del corazón, ¡Que sí!
Que nunca es bueno el momento hasta que no hay otra opción. Siempre es el mismo cuento..... ese último momento.
Hoy que tenemos la oportunidad -la tengamos o no-, nos callaremos los dos. Tú por mi,
yo por ti, por no enredar , ¡ya ves!
¿Por qué será que lo hacemos? Incluso viendo llegar ese último momento, cuando no queda tiempo, cuando no queda tiempo, para decir , siquiera: "te voy a echar de menos".
Si vas a irte....vete, pero no te despidas; sal de noche, sal a oscuras, sal descalza y de puntillas, niña vete, vete y cierra la puerta, que no quiero verte salir de mi vida.
No mas plazos aplazables si ha de ser así.... adelante. Y mejor éste momento, déjalo
para algún otro instante. Acabemos cuanto antes, nadie tiene que arrastrarse, este ultimo momento, vívelo, y los demás.... los demás, que aguanten. Y los demás que aguanten.
Ahora no tengo la ocasión -no la tengo, que no, que mas da, ya paso-, cuánto lamento que al final no hablaremos ninguno de los dos, porque ahora nos sobra tiempo para pensar que pasó ese último momento, cuando no tuve tiempo, -ni tú-, para escribirnos versos de cuando aquellos besos.
Si estas oyendo, vuelve. Ni siquiera saludes; con la luz de la mañana, abre puertas a patadas, niña vuelve, que no hacen falta razones. Me muero por verte, volver a tenerte. No mas dudas razonables, para mi no es comparable este último momento me robó el milagro de tenerte a cada instante. Acabemos cuanto antes, con un siglo habrá bastante. Este último momento es de los dos y los demás, y los demás que aguanten
y los demás...

viernes, 11 de junio de 2010

Que enmudezcan nuestras lenguas y empiecen a hablar las manos....

Blaise Pascal.


A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre.

jueves, 10 de junio de 2010

With you.


Me gusta verte dormir, tranquila, relajada, a mi lado.

Me gusta espiar tus sueños y observar cómo el diurno e interrogador ojo continúa igual de vivaz pese al telón de piel y carne que ahora lo cubre.

Me gusta observar el hinchado de tu pecho: gradual y constante, como una cálida y casi eterna marea empeñada en remojar mis desnudos pies, una y otra vez.

Me gusta, sobre todo lo anteriormente recordado, escuchar tus incipientes gimoteos y cómo balbuceas inconexas sílabas, asemejándote a un cachorrillo indefenso y abandonado.

Es en esos momentos, cuando te susurro un casi inaudible "ven conmigo", cuando tu mano, casi en un acto reflejo inconsciente, busca acomodarse entre mi pecho y mis brazos, cuando todo tu cuerpo yacente, se aproxima buscando mi calor, cuando me siento dueña y señora de una parte de esa entrega.


Es entonces cuando mi orden se transforma en súplica, en ruego, en una necesidad vital de parar el tiempo. Me niego a que continúe el odioso tic-tac de este segundero maldito. No quiero que la llegada del alba nos arroje a un nuevo día de aburridas rutinas, de sosos sinsabores y de apáticas costumbres.

¿Por qué no se me ha otorgado la capacidad de parar el transcurrir de los astros?

¿Por qué siendo parte y todo de la Diosa Madre no recordé en el momento de parirme a mí misma que el tiempo podía convertirse en el mayor enemigo dentro del mundo corpóreo al que me veía abocada?

Es en ese instante, cuando un tímido rayo de sol, después de viajar atravesando universos, se empeña en azotar mi mirada -hasta entonces subyugada por la magia de este rostro que un día decidió mirar en mi misma dirección y anclarse en la bahía de mi vida-, es ahí, en este segundo tan odioso como esperado, cuando rompo la inmovilidad que me atenazaba y cuando mis labios, como sépalos de un orgiástico cáliz, se entreabren sobre un pedazo de esa piel que siento como mía, aunque viva fuera de mi propio ser.

Y es este gesto, este leve roce de pieles y de humedades, esta caricia casi prohibida, este secreto choque de existencias, el que me vuelve a elevar hasta mi propio cielo, al que siempre pertenecí y del que jamás he salido, puesto que yo soy el Todo y Todo está en mí.

Ahora ya no importan rutinas, costumbres, sinsabores. Ahora el tiempo pasa de cruel enemigo a personaje anecdótico porque, como cada mañana, vuelvo a sentirme yo: suprema, eterna, invencible...

Ahora me atrevo a mirar, descarada, al rayo que continúa, inflexible, sobre mi frente. Ahora le sonrío: al fin y al cabo, sin mi persona, continuaría siendo un simple haz de fotones y no habría testigo alguno ni de su calor ni de su poder.

Ahora acompaño con el ritmo de mis pensamientos al tic-tac acompasado que canturrea desde el reloj: tiempo amigo terrenal, hace fuerte mis manos y acompaña a ésta, tu dueña, en el transitar de su vivencia actual. Ahora ya nada existe ajeno a mí.

Ahora, amaneciendo juntas, ambas sabemos que SOMOS.

Ahora ya no existo ajena a nada.

Ahora, con la simplicidad de un suspiro, he recordado qué SOY.