Encerrados en la nostalgia que provoca esta angustia hago magia para evitar la asfixia.
Todo por decir, mucho que olvidar y millones de lugares donde ir...
Y ¿qué nos queda?... Algo de beber en la encimera y un reloj que por más que le grito no sabe esperar. Dos primaveras, un verano con frio, he regalado el otoño, pero el invierno es mío.
En el ocaso de ésta mente, enamorado del lenguaje por si acaso, siempre tengo listo el equipaje.
Con las estrellas por techo, un solo agujero en el pecho, un par de botellas y dicho no consigo andar derecho...
Soledad, dieciséis años, seria, busca chico en la consulta de mi psicólogo que és un monólogo que insulta. Donde sólo hablo yo y acabo echándome las culpas por casi todo, lo que hago solo, por eso lloro, aunque en el fondo me gusta.
http://www.youtube.com/v/Xg-1Ochx51w
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