
Ahí afuera está lloviendo, y el mundo es un rumor lejano, y yo estoy escribiendo versos a la luz de un piano, con un porro en una mano y en la otra mi bolígrafo invoco al verano en cada verso de mi párrafo.
Pero es invierno en mi ventana, y la musa más cercana está haciendo el amor en otra cama, y amanece y yo estoy solo y sin el don huérfano de inspiración, con este corazón en llamas.
Legendario, rezo mi rosario, a diario, escribo pa engañar al calendario, los niños de mi barrio ya saben que es pelear y que para respirar solo el aire es necesario.
Y hoy es un día de esos grises, con noches infelices en las que duelen más las cicatrices, y te das cuenta que hasta el tiempo es un tirano, porque se escapa corriendo igual que el agua entre las manos.
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