Silencio.

El silencio tenía un sentido en los lakota, y su concesión de un tiempo de silencio antes de hablar se hacía en la práctica de la verdadera educación y atentos a la regla de que "el pensamiento va antes que el habla".

Cuando leí esto, traté de imaginarme una reunión del consejo de administración de una empresa que empezara en silencio. Recuerdo que una vez consulté con un comité de una corporación que tenía que tomar una decisión muy difícil. Se discutió largamente, y mientras observaba la discusión, yo era consciente de que había mucha confusión. Vi a varias personas tratando de "ser justas". Vi a algunos que se aferraban tercamente a su postura. Y así prosiguió la reunión.
Luego pedí a todos que callaran, se metieran dentro de sí mismos y vieran si eran capaces de descubrir la decisión que ya conocía. Permanecimos varios minutos sentados en silencio. Luego pregunté a cada persona cuál tenía que ser la decisión. ¡Hubo un silencio absoluto!

El silencio antes de hablar puede salvar mucho tiempo y energía.